miércoles, 16 de septiembre de 2009

Parashat Hashavua

B”H
Parashat Nitzavim. Unidos lograremos la redención. El quebrado sonido del shofar, que resonó durante todo Ellul, por fin logró desoxidar las bisagras de las puertas del cielo y poco a poco comienzan abrirse los portones de la providencia divina. Este año anciano, cansado de tanto correr, quiere ceder su lugar al nuevo que esta por nacer y mientras nosotros, aguardamos en la sala de espera para verlo ver por primera vez la luz del día. Tan solo una semana separa al viejo año del joven, y mientras aguardamos pacientemente, oímos las palabras de Parashat Nitzavim: “Vosotros todos estáis hoy en presencia de Di’s, vuestro Di’s: los cabezas de vuestras tribus, vuestros ancianos y vuestros oficiales, todos los hombres de Israel; vuestros niños, vuestras mujeres y los extranjeros que habitan en medio de tu campamento, desde el que corta tu leña hasta el que saca tu agua; para entrar en el pacto de Di’s, tu Di’s, que bajo juramento Di’s, tu Di’s, concierta hoy contigo, para confirmarte hoy como su pueblo y para que él sea tu Di’s, de la manera que te ha dicho y como lo juró a tus padres Abraham, Isaac y Jacob.” Rosh ha Shana será el momento en el que la concepción del nuevo año se realice y nosotros renovemos nuestro pacto con Di-s. Aquél pacto que fue aceptado por Abraham, luego por Itzjak y así sucesivamente hasta llegar a Moshe, el que hoy, todos nosotros debemos confirmar, como está escrito: “Y no solamente con vosotros hago yo este pacto y este juramento, sino con los que están aquí presentes hoy con nosotros delante de Di’s, nuestro Di’s, y con los que no están aquí hoy con nosotros.” Devarim 29:14-15. Veamos a este infante como la oportunidad que Di’s nos regala para cumplir con su voluntad y redimir nuestras almas perdidas. Para ello, es fundamental que hagamos un balance de nuestras acciones, para reconocer cuantas mitzvot cumplimos, cuales incorporamos el año que paso y planeemos de qué forma incrementaremos nuestro haber. Deseo que este año seamos todos inscriptos en el libro de la vida plena, bendiciones y paz, que llegue la paz a nuestra medinat Israel, que en la Argentina cese el miedo, la inseguridad, la ignorancia, la pobreza y que en consecuencia, unidos, concretemos el tikun olam.
Shabat Shalom, Marcos Perelmutter.

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