martes, 3 de febrero de 2009

Tu Bishvat - Los Frutos. Eretz, eretz, eretz...

Padre en los Cielos: Tú que has construido Sion y Jerusalem, Contempla desde Tu Morada en los Cielos y bendice esta Tierra Santa Para que nuevamente mane leche y miel. Sea esta tierra cara a Tus ojos; vuelca sobre ella lo mejor de Tu misericordia, Bríndale la bendición del rocío y envía las ansiadas lluvias en tiempo propicio para abrevar los montes de Israel brindando belleza y bendición. Infunde fuerza a los brazos de todos los que trabajan esta Tierra Santa. Y dispensa Tu favor a la labor de sus manos. Amen.
Rabino Ben Zion Hai Uriel


El versículo del Levítico es muy contundente: “Y cuando entres en esta tierra, plantarás árboles” (19:23). Y sobre este texto el midrash agregó: “El Santo, bendito sea, inmediatamente después de la creación del mundo se ocupó de plantar árboles. Por esto fue escrito: “Y el Señor, Dios, plantó un jardín en el Edén” Génesis (Bereshit) 2:9. Por eso, cuando entres en la tierra de Israel, en lo primero que te vas a ocupar será en plantar árboles” (Lev. Rabá -Vaikrá Rabá- 25).

Sobre finales del siglo XIX, con el inicio del sionismo político, estos textos recobraron su sentido. Y el plantar árboles fue, y sigue siendo, uno de los símbolos más emblemáticos del Estado de Israel. No es casual que sea el único país sobre la tierra que tenga en la actualidad mayor cantidad de árboles que durante la época de su independencia.

Siendo así, Tu BiShvat tomó un nuevo vuelo en la tierra donde había surgido miles de años atrás, y se registra ese día en el año 1884 como el inicio de esta nueva era en la festividad, cuando se realizó la primera ceremonia de plantación de árboles en el moshav Iesod HaMaalá, de la zona de la Galilea.

Ya en 1908, cuarenta años antes de la creación del Estado, la Unión de Profesores declaró oficialmente a Tu BiShvat como el día dedicado a la plantación de árboles. Y desde 1905 el Keren Kayemet LeIsrael se ha convertido en la fundación más importante del movimiento sionista siendo la responsable de la adquisición de miles de hectáreas de tierra para asentamientos y de la reforestación de millones de árboles. Y en todas sus ceremonias de plantación se acostumbra a leer la plegaria del Rabino Hai Uriel que introduce estas líneas.

Este día de Tu BiShvat, tan cargado de contenidos, imagen por excelencia de la creatividad y del renacer, del encuentro idílico entre un pueblo y su ansiada tierra, ha sido elegido por muchas de las instituciones más importantes de Israel para establecer justamente en esa fecha sus piedras fundacionales.

No es casual entonces que la Universidad Hebrea de Jerusalem se haya inaugurado en Tu BiShvat de 1918, ni que el Technion de Haifa haya hecho lo propio en 1925, y menos aún que la Kneset, el parlamento israelí, también haya comenzado a funcionar un 15 del mes de Shvat del año 1949.

En ese mismo momento, David Ben Gurión decía: “De todos los actos benditos en los que estamos involucrados en esta tierra, no sé si hay alguna experiencia más fructífera y con resultados tan útiles como la de plantar árboles. Ellos le agregan belleza a la escena de nuestro país, mejoran su clima y aumentan la salud de sus habitantes”.

Parece que el profeta Amós tenía razón cuando decía: “Pues restauraré de la cautividad a mi pueblo Israel, y ellos edificarán las ciudades desoladas y las habitarán. Plantarán viñas y beberán del vino de ellas; plantarán huertos y comerán de sus frutos. Pues los plantaré en su tierra, y nunca más serán arrancados de la tierra que yo les di”, ha dicho Adonai tu Dios (9:14-15).

Habría que invitarlo a algún seder de Tu BiShvat para que compruebe la veracidad de sus palabras.
¡Jag Sameaj!

Fuente: Tu Bishvat, Secretos entre los árboles. Rab. Marcelo Polakoff - www.asamblearabinica.org

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