viernes, 9 de enero de 2009

Parashat Hashavua: Vaieji

En la última parashá del Libro de Génesis se lee sobre el final de la vida de Iaakov, el tercero de los patriarcas, y de la muerte de Iosef. Iaakov bendice a sus hijos antes de morir, les otorga una bendición especial a Efraim y a Menashe - los hijos de Iosef - considerándolos como propios (de cada hijo se formó una tribu, Efraim y Menashe, si bien constituyeron tribus distintas, se las cuenta como una sola, pues la tribu “Iosef“ es reemplazada por ellas). Iaakov antes de morir pide a Iosef y a sus hermanos que lo entierren en Mearat Hamajpela, en la parcela que compró Abraham a Efron ben Tzojar para enterrar a Sara. Allí fueron enterrados también Abraham, Itzjak, Rivka y Lea. Iaakov quiere sellar con este pedido la relación entre sus hijos y la Tierra de Israel.

Es interesante hacer notar que no dice explícitamente que Iaakov murió, sino “feneció y se reunió con sus gentes”. No se utiliza el verbo “la-mut”, hecho que llama a analizar su vida para comprender la trascendencia superlativa del patriarca.

Con la muerte de Iosef se cuenta en Exodo 1:6-8 el comienzo de la esclavitud. Pero antes de morir, Iosef hace prometer a toda la familia que cuando Dios los retorne a Canaan, lleven su cuerpo para ser enterrado allí. Con ello sella, al igual que lo hizo su padre, la ligazón entre su descendencia y la tierra de Israel.

Fuente: Benei Tikva

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